Modelos de Alegaciones / Recursos y otras reflexiones
Publicado: Lun Dic 10, 2007 5:07 pm
Hola a todos:
He llegado a este sitio como casi todos, buscando soluciones para evitar las consecuencias de un error de conducción. Mi caso es un exceso de velocidad de 88 sobre 50 con radar móvil y notificado en el acto. El boletín me adjudica 140 euros y dos puntos pero sin retirada del permiso. Por lo leído hasta el momento, ya tengo casi decidido pagar para beneficiarme del 30%, y asumir la pérdida de los 2 puntos, ya que según las tablas parece que la sanción debería ser más grave.
Pero mis reflexiones van por otro lado. En estas páginas se encuentra casi de todo, menos lo que justamente venimos todos a buscar: soluciones concretas aplicables a nuestro caso, y a ser posible sin coste adicional. Muchos visitantes que parecen abogados o de alguna entidad de las llamadas "quitamultas" nos explican las penas del infierno que nos caerán por nuestros pecados al volante, y luego nos sugieren que nos confesemos con ellos, pero no nos garantizan la absolución -aunque sí la penitencia, o sea, lo que nos cobran por sus servicios, a mayores de lo que no consigan evitar que paguemos por la sanción. Pero, ¿dónde estan los modelos de alegaciones y recursos, con ejemplos concretos de los casos más frecuentes, sobre todo si esos casos acabaron con éxito?. ¿No nos podrían exponer muestras de boletines de denuncia, resoluciones o propuestas con algunos de los errores o vicios de procedimiento que conducen a su nulidad? Y acompañadas de otras similares pero sin errores, para que veamos de antemano nuestras posibilidades de éxito.
No estoy pidiendo que los expertos trabajen gratis para nosotros, pero al menos nos podrían facilitar las alegaciones: al fin y al cabo, y según dicen ellos mismos, éstas sirven tan sólo para darle a la Administración una oportunidad para que meta la pata y podamos clavarle los dientes. Comparando sus respuestas con los ejemplos dados sabríamos si habría mas posibilidades de salir con bien de la ratonera, y sería el momento de contratarles para el recurso.
Casi creo estar oyendo a dichos expertos, al igual que a los médicos en el tema de la auto-medicación, que no todos los casos son iguales aunque lo parezcan, pero les contestaría que en estos temas -como en el de las reparaciones caseras- no son ellos los únicos "Homo Sapiens" sobre la tierra, y cualquiera puede, acopiando los conocimientos necesarios, decidir si corre por sí sólo el riesgo de equivocarse o paga a otro para que lo corra por él.
A los que nos vengan con posibles reconvenciones -sobre todo los que no conducen o los que hasta ahora han tenido la suerte de no ser cazados a traición como conejos-, de que no estaríamos en apuros si hubiésemos respetado las normas, yo les preguntaría: ¿de verdad que tú no has conducido (o conducirías) a mas de 50 km/h en todos y cada uno de los pueblos de cuatro casas o poco mas, que inundan las carreteras? ¿De verdad que tú no has conducido (o conducirías) a más de 40 km/h en todas y cada una de las rotondas del diablo que corroen como un cancer la red de nuestras carreteras? Y así otras mil posibles preguntas del mismo cariz, que les harían caer en la cuenta de lo que ya sabemos los que llevamos años conduciendo (43 en mi caso): que el tráfico real y el de los códigos y reglamentos se parecen como un huevo a una castaña, y que cualquier persona está en riesgo permanente de caer, no solo en las garras de la desgracia, sino en las de una Administración que pretende arreglar los asuntos de su competencia dando palos de ciego en casi todo, salvo en el capítulo recaudatorio: ahí acierta siempre.
Por cierto, todos condenamos el "adulterio virtual" con que nuestro bienquerido patriarca San Pere Navarro ha sido infiel a sus propias normas y, como en la consabida parábola bíblica, todos querríamos lapidarlo por ello pero, como allí se nos advierte, "el que esté libre de toda culpa, que lance la primera piedra", así que con las dos o tres piedras que como máximo le caerían, tendremos patriarca para rato. Y lo que parece casi seguro es que él no va a seguir el otro consejo de la misma parábola: "Vete, y no vuelvas a hacerlo más".
Y para terminar quiero prometer, a efectos prácticos, que todos los documentos que intervengan en la resolución de mi caso, junto con las explicaciones pertinentes -por supuesto, con datos personales ficticios- así como cualquer otro que llegue a mis manos, los expondré en este foro para provecho de quien los necesite.
Un saludo y perdón por el rollazo.
He llegado a este sitio como casi todos, buscando soluciones para evitar las consecuencias de un error de conducción. Mi caso es un exceso de velocidad de 88 sobre 50 con radar móvil y notificado en el acto. El boletín me adjudica 140 euros y dos puntos pero sin retirada del permiso. Por lo leído hasta el momento, ya tengo casi decidido pagar para beneficiarme del 30%, y asumir la pérdida de los 2 puntos, ya que según las tablas parece que la sanción debería ser más grave.
Pero mis reflexiones van por otro lado. En estas páginas se encuentra casi de todo, menos lo que justamente venimos todos a buscar: soluciones concretas aplicables a nuestro caso, y a ser posible sin coste adicional. Muchos visitantes que parecen abogados o de alguna entidad de las llamadas "quitamultas" nos explican las penas del infierno que nos caerán por nuestros pecados al volante, y luego nos sugieren que nos confesemos con ellos, pero no nos garantizan la absolución -aunque sí la penitencia, o sea, lo que nos cobran por sus servicios, a mayores de lo que no consigan evitar que paguemos por la sanción. Pero, ¿dónde estan los modelos de alegaciones y recursos, con ejemplos concretos de los casos más frecuentes, sobre todo si esos casos acabaron con éxito?. ¿No nos podrían exponer muestras de boletines de denuncia, resoluciones o propuestas con algunos de los errores o vicios de procedimiento que conducen a su nulidad? Y acompañadas de otras similares pero sin errores, para que veamos de antemano nuestras posibilidades de éxito.
No estoy pidiendo que los expertos trabajen gratis para nosotros, pero al menos nos podrían facilitar las alegaciones: al fin y al cabo, y según dicen ellos mismos, éstas sirven tan sólo para darle a la Administración una oportunidad para que meta la pata y podamos clavarle los dientes. Comparando sus respuestas con los ejemplos dados sabríamos si habría mas posibilidades de salir con bien de la ratonera, y sería el momento de contratarles para el recurso.
Casi creo estar oyendo a dichos expertos, al igual que a los médicos en el tema de la auto-medicación, que no todos los casos son iguales aunque lo parezcan, pero les contestaría que en estos temas -como en el de las reparaciones caseras- no son ellos los únicos "Homo Sapiens" sobre la tierra, y cualquiera puede, acopiando los conocimientos necesarios, decidir si corre por sí sólo el riesgo de equivocarse o paga a otro para que lo corra por él.
A los que nos vengan con posibles reconvenciones -sobre todo los que no conducen o los que hasta ahora han tenido la suerte de no ser cazados a traición como conejos-, de que no estaríamos en apuros si hubiésemos respetado las normas, yo les preguntaría: ¿de verdad que tú no has conducido (o conducirías) a mas de 50 km/h en todos y cada uno de los pueblos de cuatro casas o poco mas, que inundan las carreteras? ¿De verdad que tú no has conducido (o conducirías) a más de 40 km/h en todas y cada una de las rotondas del diablo que corroen como un cancer la red de nuestras carreteras? Y así otras mil posibles preguntas del mismo cariz, que les harían caer en la cuenta de lo que ya sabemos los que llevamos años conduciendo (43 en mi caso): que el tráfico real y el de los códigos y reglamentos se parecen como un huevo a una castaña, y que cualquier persona está en riesgo permanente de caer, no solo en las garras de la desgracia, sino en las de una Administración que pretende arreglar los asuntos de su competencia dando palos de ciego en casi todo, salvo en el capítulo recaudatorio: ahí acierta siempre.
Por cierto, todos condenamos el "adulterio virtual" con que nuestro bienquerido patriarca San Pere Navarro ha sido infiel a sus propias normas y, como en la consabida parábola bíblica, todos querríamos lapidarlo por ello pero, como allí se nos advierte, "el que esté libre de toda culpa, que lance la primera piedra", así que con las dos o tres piedras que como máximo le caerían, tendremos patriarca para rato. Y lo que parece casi seguro es que él no va a seguir el otro consejo de la misma parábola: "Vete, y no vuelvas a hacerlo más".
Y para terminar quiero prometer, a efectos prácticos, que todos los documentos que intervengan en la resolución de mi caso, junto con las explicaciones pertinentes -por supuesto, con datos personales ficticios- así como cualquer otro que llegue a mis manos, los expondré en este foro para provecho de quien los necesite.
Un saludo y perdón por el rollazo.